Vivir para el cosplay
- Lujan Kunzi
- 17 nov 2015
- 3 Min. de lectura
Romina Minami siempre ha tenido una gran sensibilidad artística. Nació el 19 de junio de 1993 en Kioto, una ciudad de la parte central de la isla de Honshu, Japón. Es hija de una familia particular: su padre es japonés y su madre colombiana, se conocieron por medio de un viaje de negocios. Desde pequeña tuvo una gran pasión por el anime, sentía la necesidad de copiar a la perfección al personaje, actividad que hasta el día de hoy la caracteriza.
Al cumplir nueve años tuvo que despedirse de su tierra natal cuando su padre, por motivos laborales, debió que instalarse en Argentina donde actualmente vive, estudia y trabaja. Con el correr del tiempo su pasión por las series y mangas japoneses aumento y esto la incentivo a diseñarse los trajes, también estudio canto en EMBA, Escuela de Música de Buenos Aires, pero dejo después de operarse de los nódulos en las cuerdas vocales.
"Cuando cumplí 15 les pedí a mis papas que me hicieran la fiesta con motivos anime ", dijo Romina y recordó aquella noche, en la que su vestido simulaba al personaje Shinku de la serie Rozen Maide, la misma es una muñeca con un vestido rojo que personifica al aristócrata victoriano tradicional.
Su celular sonó repetidas veces sobre la mesa interrumpiendo su relato con la canción de la serie "Tokyo ghoul", eran mensajes, con lo que decidió ignorarlo y poner música.
Un año más tarde comenzó a participar de eventos relacionados con el anime en Buenos Aires y hacer cosplays, es decir, vestirse como determinados personajes de series anime o videojuegos. Eligio llamarse Natsuki que significa "luna de verano" para darse un nombre artístico. No es reconocida como otras modelos, que tienen club de fans o fans page, pero ha logrado viajar como cosplayer luciendo sus trajes basado en algún personaje de manga, anime, cómic, cine o videojuego, en diversos países como: Chile, Venezuela, entre otros y representar así a la Argentina.
En su habitación tiene dos placares: uno con ropa para salir y otro repleto de trajes de distintas series, diseñados por ella misma. Arriba, sobre el ropero, hay una colección pelucas ordenadas en cabezas de telgopor y centenares de pares de zapatos y botas adaptados para cada traje. Hacia la otra pared esta su cama y adelante de la misma la computadora con una repisa donde colecciona figura de acción de distintos personajes. En cuanto a las paredes están totalmente empapeladas, debido a los muchos posters que están pegados los cuales llegan hasta en el techo y rodean el ventilador, del cual cuelga un atrapasueños violeta con plumas marrones y piedras azules.
Romina no para de acumular cosas en su habitación, detrás de la puerta guarda las cajas apiladas con telas dobladas, son las que usa para realizar sus trajes. Además posee un torso para diseño de ropa y al lado del mismo se encuentra la máquina de coser; con el cual realiza su trabajo como cosmaker, es decir el diseñador del disfraz, en este caso del cosplay.
Orgullosa subió a una silla y tomo una peluca blanca de casi un metro de largo, que gano en uno de los tantos desfiles en los que participo "Este fue el primer premio que gane". Con alegría volvió a acomodarla de forma tal que la cabeza blanca del maniquí mirara hacia adelante, al bajar tomo el celular y cambio la música, comenzó a sonar en tema "True blue" de la banda japonesa Luna sea y agrego "Me gusta esta banda, me hacen recordar cuando vivía allá".
Actualmente Natsuki estudia Diseño de Indumentaria y trabaja como mesera en un Starbucks en Capital, sigue participando en desfiles, pero en menor medida, su trabajo no le deja mucho tiempo libre para prepararse para los eventos. Sueña con ser una diseñadora mundialmente conocida y poder dejar su trabajo actual para dedicarse a su pasión.
Desde la mesa donde estaba el celular comenzó a sonar otro tema, este pertenece a un grupo distinto era "Ayabie" con el tema "Aitakute" y agrego: "yo conocía a este cantante cuando era chica no puedo creer hasta donde llego". A veces le dan ganas de volver a estudiar canto, pero no quiere sobreexigir su voz."Las malas experiencias jamás se olvidan", dijo Romina.
Para Natsuki lindo del cosplay es que podes ser el personaje que más te gusta, comportarte como él y sacarte fotos. En Japón es normal ver a una persona con trajes raros o alocados y a nadie le importa, en cambio acá vos llegás a salir así por la calle te creen “loco o hijo de Satanás”. “Todos tenemos gustos distintos y eso es aceptable, pero no aceptamos los de los demás”, agrego Romina.
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